viernes, 30 de mayo de 2008

Salgo en una entrevista!!

Bueno, pos lo dicho: el otro dia contactaron conmigo a traves de un amigo rumano para que me hiciesen una pequeña entrevista para Ziarul Financiar, uno de los periodicos mas prestigiosos de Rumania.

El articulo va de los expats o gente extranjera que se ha venido a vivir a Rumania por varios y diversos motivos y como enfocaban ellos sus dias de ocio. Yo dije claramente que era asturiano, que no era el estereotipo de español que nos sacan por todas partes y que lo mio era vivir Rumania "as is", o sea, tal y como es.

La entrevista en el Ziarul Financiar online

El lunes me van a dar la revista en donde sale, que me la va a traer la editora en persona :D Que ilusion!!

Lo siento mucho si no se entiende todo, pero vamos, por dejar de decirlo que no quede!!

Que quede bien claro que no soy nacionalista ni uno de esos hombres que salen de casa con la bandera enrollada alrededor del pecho. De hecho muchisima gente no cae en la cuenta que soy español hasta que no suelto alguno de mis tacos!! La cosa es asi de sencilla: estoy orgulloso de haber crecido en Asturias, estoy orgulloso de ser heredero y descendiente de esas encallecidas gentes de la piel de toro y estoy orgulloso de que la gente me mire de otra manera (mezcla de admiracion e interes) cuando digo en voz alta "soy español". Y al que no le guste, que se joda y que de sus discursitos separatistas como y donde le salga de los cojones.

Puxa Asturies, viva España y frente bien alta!

Un saludo blogadict@s!

martes, 27 de mayo de 2008

Torneo Warhammer Piñera III

Bueno mis queridisimos compinches. Como ya sabeis la mayoria el torneo tendra lugar el proximo 9 de Agosto, dia internacional de las poblaciones Indigenas, dia de la muerte del Emperador Trajano, que conquisto la Dacia (quicir, Rumania), dia en el que nacio Piaget (anda que no estudie yo al puto Piaget en la carrera), Juanes, Audrey Tatou (Amelie), Whitney Houston y Melanie Griffith. Obviamente tuvimos en cuenta todos estos factores para escoger dicha fecha, porque quien no quiere jugar un torneo de warhammer en el mismo dia en el que muere Trajano o nace la Griffith?? (Antoniuh, te quierouh!)

Para los que no sepais donde es:

Piñera D'Abaxo

Pasando a lo que importa realmente:

1) El torneo constara de tres rondas, una que se jugara antes de la hora de comer y otras dos despues.

2) La primera ronda se determinara al azar los emparejamientos. Las subsiguientes dos rondas se realizaran dichos emparejamientos jugando entre ellos los dos competidores que hayan conseguido mas puntos de victoria en la primera ronda, despues los dos siguientes con mas puntos y asi hasta llegar a aquellos dos competidores con menos puntos de victoria.

3) Los ejercitos seran de 2000 puntos, no pudiendo sobrepasar esta cantidad de puntos en la lista en ningun caso.

4) A fin de potenciar las listas que no tiendan a extremos jugaremos tres escenarios diferentes que premien tanto la capacidad de inflingir bajas como la busqueda de movimiento y maniobra para que las listas tengan su gracia y las partidas sean mucho mas emocionantes.

1a ronda: SUPREMACIA

Cada cuadrante controlado al final de la partida da 5 puntos de batalla, hasta el maximo de 20 puntos de batalla.La potencia de la unidad necesaria para capturar o negar la captura de un cuadrante es de 5 y dicha unidad no puede estar huyendo y debe estar presente en la mesa en el turno pertinente.

2a ronda: CONTROL

En cada mesa se situaran cinco marcadores. Cuatro de ellos estaran en el centro de cada cuadrante y el ultimo estara en el centro de la mesa. El objetivo de la partida es controlar dichos objetivos al final de la misma. Para ello es necesario de disponer de mas efectivos a menos de 1o cms de los objetivos que el rival. Solo aquellas unidades a menos de 1ocms de dicho objetivo y que no se encuentren huyendo, cuentan.

Los objetivos seran seguramente pegatinas redondas que no se podran mover bajo ninguna circunstancia durante la partida. Se mediran los 10 cms a partir de los bordes de dichas pegatinas al final de la batalla. Una unidad que tenga alguna de sus miniaturas parcialmente dentro de dicha area se considera toda ella dentro de la zona de captura y por lo tanto toda su potencia de unidad se tendra en cuenta.

Los marcadores se colocaran en terreno abierto.

Por cada marcador controlado al final de la batalla el jugador que lo controle recibira 4 puntos de batalla, hasta un maximo de 20.

3a ronda: BATALLA CAMPAL

La clasica Batalla Campal de las de toda la vida, con sus puntos por unidades destruidas, cuadrantes, etc, etc... Se dan 30 puntos de batalla a repartir entre los dos contendientes dependiendo del resultado de la batalla. Es decir:

  • Ganar de Masacre: 30 puntos para el ganador y 0 para el perdedor
  • Ganar de Decisiva: 25 puntos para el ganador y 5 puntos para el perdedor
  • Ganar de Marginal: 20 puntos para el ganador y 10 para el perdedor
  • Empate: 15 puntos para cada contendiente
Todas las batallas tendran una duracion de 6 turnos o hasta que uno de los ejercitos sea destruido u obligado a huir sin posibilidad de reagruparse.

5)
Cada jugador debe venir con su libro de ejercito y las actualizaciones oficiales de la pagina web de GW. Asimismo debe traer su metro y dados.


6) Aunque no importa la marca de las miniaturas (nos la suda, realmente), si que deben representar adecuadamente lo que son. Las peanas deben ser de las medidas adecuadas (maxime cuando hablamos de monstruos, carros y demas) y los grupos de mando y similares deben estar convenientemente representados. TODO EL EJERCITO DEBE ESTAR PINTADO Y LAS PEANAS DECORADAS. Nos reservamos el derecho de no dejar jugar con aquellas miniaturas que no esten pintadas o de descalificar a los jugadores que no cumplan este requisito.

7) Habra dos premios: uno al mejor general (el que haya dado mas cera de entre todos) que se decidira viendo quien tiene mas puntos de batalla. En caso de empate, entonces se decidira por aquel que haya conseguido mas puntos en el escenario BATALLA CAMPAL.
El otro premio sera al mejor ejercito, entendiendose por este al ejercito mas llamativo y bonito a nivel estetico. Para decidir cual es el mejor ejercito se realizara una votacion secreta entre todos los participantes. En caso de empate se cogera un puñado de jueces inocentes (cocineros, parejas desinteresadas y visitantes varios) a fin de que decidan ellos el desempate.

El premio al mejor general consistira en el clasico demonio desangrador de la liga RTT/

El premio al mejor ejercito consistira en alguna chucheria con placa conmemorativa.

Existe tambien la posibilidad de llevarse un premio-castigo por quedar ultimo, asi que ojito con como os portais!! :)

Ahora otras cosas que no son del Torneo exactamente:

Debido al tiempo que nos llevo a los organizadores el limpiar la casa y el desorden que hubo despues de las comidas y las partidas, esta vez el torneo tendra lugar casi con toda seguridad al aire libre y seremos menos personas, como mucho unas diez. Asimismo, y sintiendolo mucho, en casa solo entraremos organizadores y cocineros. Si a alguien no le gusta, pues bueno, es lo que hay.

El menu previsto esta vez es una churrascada/parrillada, amenizada por la consabida sidra y cerveza. Esta vez la cerveza se servira desde un barril y pido seriamente que se beba con moderacion y tranquilidad: la cosa es pasarlo bien, que no haya ningun disgusto y que nos llegue a todos de beber. La edicion pasada fue un desastre porque la gente cogia una lata, la medio bebia y la dejaba tirada por algun lado. En esta ocasion cada uno tendra un vaso y se hara cargo de el todo el dia. Sin vaso no hay bebida, asi que no seais crios que ya tenemos todos una edad.

La cuestion es pasarlo todos bien (incluidos Carrol, Sandra, mi novia y yo, que no nos sale de los cojones limpiar toda la noche) y nada mas. Si a alguien no le gustan las ideas, pues es completamente libre de no venir.

Aforo limitado a 10 participantes. Cada participante debera abonar 15 lerus para sufragar los gastos en premios, comida y bebida. Siempre tendre que dar yo algo de mas, para variar... pero bueno, que no se diga!

Si quereis traer a alguien de invitado, avisad con antelacion. Los invitados tambien pagan, aunque no toda la tarifa.

Un saludo y para cualquier duda mandadme un email a torneopinera@hotmail.com

Nos vemos en Agosto!!







lunes, 19 de mayo de 2008

El tumulo de Wonrgesh-ver-al

Maravillas del cache de internet, he conseguido birlar de las frias garras del olvido varias cosas del blog que procedere a colgar. La primera es el comienzo de este relato que le gustaba a Trubo y que espero continuar poco a poco para su disfrute. Hoy colgare otras cosillas por aqui a fin de que no se vayan a freir esparragos gracias a la inteligente maniobra de la gentuza de MSN Spaces de borrarme mi queridisimo blog. Sin mas, aqui os dejo con El tumulo de Wonrgesh-ver-al:


Soplaba un viento gelido a traves de aquel hueco humedo por el que unos gastados peldaños se deslizaban hasta los oscuros rincones del subterraneo. Berth tuvo que hacer acopio de valor para que el lamento estremecedor del aire que pugnaba por hacerse camino a traves de la estrecha abertura no le entumeciese las piernas a causa del miedo que amenazaba con hacerle resbalar y romperse el cuello en las traicioneras escaleras.
A su lado estaba Wulfgar, tan impasible como siempre, con su cabello enmarañado lleno de trenzas mal cuidadas, greñas untadas con grasa de vaca para que se quedasen en punta y varios craneos de pajarillo y huesos atados a los extremos de diversos mechones mugrientos. El barbaro kimeriano sujetaba indolente una antorcha en su mano izquierda y su derecha sostenia una pesada espada con el filo mellado aqui y alla.

-Vamos a bajar o esperamos a que te hagas pis antes de decidirlo?- su voz era tosca y sus palabras sonaban roncas debido al acento duro de los norteños y a su extraña manera de expresarse debido al dialecto de la lengua comun que se usaba por aquellas lejanas tierras. A Berth el guerrero cubierto de pieles y amuletos le hacia tan poca gracia como bajar al subterraneo, y pocas veces podia comprender como alguien era capaz de desdeñar tan impunemente el sentido de autoconservacion del que hacian gala gentes siquieramente un poco mas civilizadas. No obstante no habian estado viajando dos dias seguidos a traves de los paramos cubiertos de niebla en busca de la gruta de Wonrgesh-ver-al para quedarse mirando la oquedad bostezante que tenian delante suyo. Las indicaciones para encontrarla habian sido bastante vagas por decir algo, y solamente la ayuda de Vaeria los habia ayudado a encontrarla.

-Tiene razon Wulfgar: lo mejor es que nos pongamos manos a la obra y bajemos. No me gustaria pasar la noche a menos de cinco o seis millas de este espantoso lugar.

Berth se giro para mirar a Vaeria: estaba sucia a causa del viaje y se veia que se sentia bastante incomoda en aquel sitio. Sus ojos almendrados no podian esconder el hecho de que alli se sentia una presencia extraña que crispaba incluso a aquellos que tenian sangre elfica corriendo por sus venas. Solo Wulfgar, con su menton prominente, su mejilla surcada por una cicatriz y sus ojos azules inanimados parecia no darse por enterado de la tetrica atmosfera que rodeaba el tumulo de Wonrgesh-ver-al.

-Vamos alla entonces, y que Olidammara me guarde.

Berth se aferro con mas fuerza a su antorcha y comenzo a descender los peldaños poco a poco, dejando que su vista se acostumbrase a la oscuridad pegajosa que tiraba de el hacia lo mas profundo de la gruta. Las paredes eran toscas y parecian estar excavadas de manera precipitada en la roca viva. Arañas de patas largas e incoloras se descolgaban de las grietas, liquenes con colores enfermizos crecian en los recovecos y las piedras lisas y gastadas que formaban la escalera eran traicioneramente resbaladizas. Berth se concentraba en adivinar las formas y contornos antes de que saliesen a la luz y buscaba cualquier indicio que demostrase la existencia de trampas creadas para mantener a los incautos, los curiosos y los ladrones de tumbas lejos de aquel lugar. Hasta el momento no habia visto nada, lo cual podria ser tanto bueno como malo... eso ya se veria dependiendo de si llegaba de una pieza al final de la escalera o de si por el contrario le iban a sacar de alli con un dardo en la sien u horriblemente quemado por algun terrible liquido disparado desde un orificio oculto.
Poco a poco iba bajando. Miro hacia atras y ya no pudo ver la luz al fondo que le decia que alli estaba el agujero por el que habia entrado. Una rata se le enrosco entre las piernas y sintio un escalofrio al notar como el mojado pellejo del animal le rozaba la pantorrilla al intentar escapar. Profirio una maldicion, hizo un par de aspavientos y sus pies perdieron el contacto con el suelo durante un breve instante mientras la antorcha salia despedida hacia arriba y adelante. Tras el inevitable choque contra el duro suelo y la falta de aliento por el impacto, Berth se encontro deslizandose sin control por los peldaños, dando tumbos y rodando cuesta abajo mientras pugnaba por detenerse y no gritar al mismo tiempo.Todo se detuvo en un instante y para gran consuelo suyo no se habia roto el cuello. La antorcha estaba unos diez pies mas arriba, aun ardiendo.

Se incorporo poco a poco, procurando comprobar que todo estaba en su sitio y que no iba a desmoronarse al ponerse de pie debido a una pierna rota o encontrarse con que uno de los codos se doblaba en la direccion opuesta a la normal. Salvo el dolor de los machacones en la espalda y un par de rasguños en las rodillas, todo estaba bien. Se giro para ver donde estaba, porque el suelo se sentia diferente y la superficie era mayor que la de uno de los peldaños de la escalera. Espero un par de segundos y con la luz que venia de la antorcha detras suyo pudo ver que estaba en una sala bastante grande. Estaba pisando un suelo como de gravilla fina y el eco del ruido al moverse daba la impresion de llegar bastante lejos antes regresar a el.
Con cuidado regreso a por la luz y cuando volvio con ella pudo comprobar que efectivamente la camara era bastante amplia: del techo tan solo se adivinaban unas estalactitas a las que apenas llegaba a iluminar. Del suelo salian varias estalagmitas de color lechoso y anchas como troncos de arboles. La sala era bastante ancha, cosa de unos 60 pies de un lado a otro, y tenia todo el aspecto de ser una caverna completamente natural. Berth se maravillo durante un instante de la belleza de la cueva y despues continuo avanzando lentamente buscando algun indicio de hacia donde deberia seguir caminando.

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Vaeria miraba nerviosa por encima de su hombro hacia las piedras negras colocadas en circulo rodeando el promontorio donde se encontraba el hueco por donde habia descendido Berth unos minutos antes. Mas alla de la pradera de hierba amarillenta se levantaba un bosque de arboles raquiticos y retorcidos de corteza grisacea y enfermiza. El viento helado jugueteaba con su capa de seda azulada y hacia que sus mechones de cabello cobrizo le latigasen las mejillas cubiertas de la miseria del camino. En el zurron donde guardaba sus viales y componentes arcanos se oia el tintinear de los frascos de fino vidrio entrechocar entre si: Burbu, su huron familiar, se entretenia en algun travieso pasatiempo esperando que le sacasen de un momento a otro.

Unos cuervos volaban sin aletear dejandose llevar por la corriente en direccion hacia las montañas. Wulfgar olfateaba el aire, captando aromas que solo su cultura salvaje podria descifrar y dar significado. Sus trenzas cubiertas de mugre y atadas con huesos giraban sobre si mismas, enmarañandose aun mas. La espada mellada reposaba apoyada sobre un mojon esculpido con la forma de una horrible criatura desfigurada por las inclemencias del tiempo. El barbaro kimeriano se afanaba en encender con yesca y perdernal su antorcha. La de Berth le habia llevado su buen tiempo aun a pesar de que estaban rociadas con parafina y habian tenido especial cuidado de que no se mojasen durante la tormenta del dia anterior. Habia algo en aquel sitio que simplemente no queria que el fuego o la luz le molestasen y parecia entregarse especialmente a la labor de que las habiles manos del norteño no hallasen la forma de prender la tea. Una chispa salto alegremente en direccion correcta solo para extinguirse a milimetros del objetivo. Wulfgar gruño y continuo frotando freneticamente.

-No existe manera, elfa, de que enciendas esto sin tener que pelear yo contra este maldito viento?

Vaeria sabia que con una sola palabra y un pellizco de musgo fosforescente podria crear una luz aun mejor que la que el barbaro se esforzaba en conseguir, pero preferia mantener sus energias intactas por si acaso... dentro del tumulo un simple hechizo podria salvarles la vida y no queria malgastar su talento cuando existia otra solucion al alcance. Vaeria se arrebujo en su capa y nego con la cabeza. Wulfgar volvio a gruñir, dijo algo incomprensible en su lengua salvaje y volvio a ensimismarse con la antorcha.

-Deberia haberla prendido con la de ese canijo cuando se la encendi a el...

-No crees que tarda mucho?-dijo Vaeria recordando que habia pasado ya un buen rato desde que Berth habia desaparecido en las tinieblas del tunel. Wulfgar dio un rugido de satisfaccion mientras levantaba la antorcha encendida. El eco del grito resono por entre los oscuros menhires y regreso mas agudo, cambiado, espeluznantemente diferente... Vaeria sintio como el cabello de la nuca se le erizaba y tambien noto que Burbu dejaba de moverse en el zurron y escuchaba con atencion. Incluso Wulfgar cambio su expresion y en sus ojos azules e impasibles pudo ver un destello de algo parecido al miedo, pero rapidamente desaparecio. El kimeriano recogio la espada y miro a su alrededor.

-Bajemos y veremos porque tarda tanto en dar señales de vida.

Wulfgar bajo primero, royendo con la luz de la antorcha la oscuridad del tunel. Vaeria veia mejor que el barbaro en aquella penumbra, pero aun asi mas alla de donde llegaban los rayos mas debiles de luz no veia nada salvo un abismo negro como la pez. Los escalones eran tremendamente resbaladizos y traicioneros y se alegro de la habilidad de los artesanos de su raza que habian cosido el cuero de aquellas botas que la ayudaban a no caer. Wulfgar por su parte era muy agil y aun a pesar de calzar unos pesados mocasiones de piel de venado se veia que no tenia problema alguno con aquella superficie. Lo cierto es que como barbaro norteño habia caminado mas a menudo sobre hielo y nieve que sobre tierra seca y sabia muy bien como mantener el equilibrio en aquella peligrosa pendiente.

Paso a paso, escalon a escalon, el aire se hacia mas frio. Con cada exhalacion desprendian vapor por sus bocas. Wulfgar se paro un instante y observo con cuidado el suelo.

-Ese idiota... se ve que ha resbalado y ha caido por los escalones abajo.

Vaeria pudo ver en el suelo unas confusas marcas donde el fino fango que cubria la piedra aparecia revuelto con marcas violentas.

-Crees que estara bien?

Wulfgar levanto la mirada y la dirigio hacia la elfa. En sus labios habia una sonrisa a medio esbozar. Por toda respuesta profirio un corto gruñido y sin mas explicaciones continuo descendiendo lentamente. Vaeria supuso que era una forma mas de decir si al estilo kimeriano y siguio al barbaro mientras pisaba con mayor cuidado que el que habia puesto hasta entonces.

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Berth habia avanzado a traves del sinuoso sendero que se abria camino por entre las gruesas estalagmitas de la caverna. La cueva iba en pendiente de manera suave pero inexorable y continua. El aire era gelido y Berth dejo que la raida capa de lana verde que llevaba puesta se descolgase de sus hombros y le protegiese un poco mejor. El eco de sus pasos se mezclaba con el sonido del goteo pesado y frio del agua que se dejaba caer de las estalactitas del techo que se encontraba mas alla del alcance de su luz. La gruta se hacia cada vez mas grande y corrientes de aire repentinas hacian que la llama de la tea danzase vertiginosamente a un lado y otro, a veces amenazando con apagarse, otras avivando el fuego. Berth no queria ni imaginarse la sensacion de estar alli a solas en la oscuridad, sin saber hacia donde ir y a merced de cualesquiera cosas pudiesen habitar en un sitio tan inhospito y espeluznante.

Algunas veces, o asi le parecia a el, el aire traia consigo sonidos inquietantes, como lamentos y gemidos. El vello se le erizaba y sentia la presencia de algo detras suyo que se acercaba y le rozaba la nuca. Cuando se giraba aterrado, la sensacion desaparecia pero la piel le hormigueaba alli donde habia sentido el roce. En cierto modo se arrepentia de no ser un beato y de no traer consigo una efigie de Pelor o alguna otra deidad benigna que le alentase en aquel maldito agujero. Olidammara le convenia por su fama de mujeriego y borracho, de jugador y mentiroso. Aunque Berth no aguantaba mas de dos pintas de cerveza y no tenia especial suerte con sus congeneres del otro sexo, si que le gustaba apostar a los dados y para salirse de los problemas habia dicho mas mentiras de las que una persona normal podria considerar aceptables. Por otro lado, preferia ser sincero consigo mismo y no caer en la hipocresia de ir al templo equivocado a venerar dogmas que no compartia.

Estaba tan enfrascado en esta repentina revelacion religiosa que hasta que no estuvo a unos diez pasos de el no se dio cuenta de que delante suyo el suelo de roca se tornaba agua: un lago subterraneo reflejaba la luz la antorcha y devolvia destellos desde sus calma superficie. El ruido del agua precipitandose gota a gota resonaba con ecos ritmicos que se propagaban por el frio aire. Berth se acerco a la orilla del lago y escudriño hacia el centro de este. Podia ver que habia algo mas alla, pero la luz a aquella distancia era ya tenue y solo podia adivinar de que se trataba haciendo un esfuerzo supremo de imaginacion.

-Ojala Vaeria estuviese aqui. Ella podria decir si merece la pena mojarse o es mejor buscar otro camino.

En verdad la prodigiosa vision de la elfa podria ayudar a dilucidar que era aquello en las tinieblas. Por el momento solo habia una forma de averiguarlo, y Berth sopeso la idea de meterse en el agua. Introdujo en ella sus pies, y aunque estaba calzado con unas botas de suela blanda e incluso a pesar del grosor de la piel y de las medias de lana que llevaba puestas pudo sentir que el agua estaba tremendamente fria. Bajo ningun concepto pensaba meterse alli en semejantes condiciones. Tambien estaba el hecho que no sabia como de profundo era el lago y de que no estaba seguro de como podria llevar consigo la antorcha sin que se le apagase.

Algo chapoteo en el agua a su izquierda. Giro para mirar y vio que la superficie estaba surcadas por lineas concentricas que se acercaban lentamente hacia la orilla. En el punto de donde salian no habia nada. Que podia haber sido? Un pez? Una piedra cayendo desde lo alto? Berth salio lentamente del agua y se coloco a algo de distancia de la orilla. Si ademas del problema del frio habia algo alli dentro, entonces de ninguna manera iba a meterse en el lago. Decidio que lo mejor era esperar que Wulfgar y Vaeria se reuniesen con el y que ellos buscasen la manera de cruzarlo.

Con esta idea en mente, Berth dio media vuelta y comenzo a regresar hacia la salida a fin de guiar al kimeriano y a la elfa a traves de la cueva.

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Vaeria avanzaba por detras de Wulfgar por entre las estalagmitas del suelo de la caverna. La antorcha alumbraba la superficie humeda y brillante de la roca y daba lugar a formas grotescas y fantasmagoricas con las sombras que se proyectaban desde los caprichosos salientes que el tiempo y el agua habian creado. Las gelidas corrientes de aire que iban y venian hacian que su capa azul ondulase de aqui para alla, unas veces de manera sosegada, otras violentamente, sin seguir ningun patron fijo y obedeciendo a los deseos inexcrutables una voluntad desconocida. La antorcha sufria los embates pero se mantenia encendida. Era como si algo quisiese apagar el fuego que en ella ardia, molesto porque la oscuridad de la gruta hubiese sido perturbada.

De repente Wulfgar se detuvo. Vaeria se paro junto a el: el barbaro kimeriano tenia los ojos entrecerrados mirando mas alla, en la distancia donde las tinieblas no desvelaban sus secretos a la antorcha. Vaeria pudo ver lo que habia llamado la atencion del humano: una lucecilla danzaba mas alla, desapareciendo y apareciendo mientras avanzaba de izquierda a derecha.

-Berth?- pregunto en un susurro

-No lo se. No puedes ver tu si es el?

-No a esta distancia ni con esta oscuridad. Avanza hacia nosotros?

-No estoy muy seguro, pero si nosotros podemos verle a el entonces tambien podra vernos el a nosotros.

Se quedaron asi un rato, mirando como la luz se movia aparentemente de manera erratica de un lado a otro. Al cabo de poco tiempo era bastante evidente que venia en direccion hacia ellos, asi que solo quedaba aguardar hasta que pudiesen adivinar si se trataba de Berth o de alguna otra cosa. Wulfgar sujeto con fuerza el pomo de su espada esperando no tener que sacarla de la funda en esta ocasion: un combate en una caverna a oscuras no era precisamente la idea que el barbaro tenia de un enfrentamiento interesante.

-Es Berth, no cabe duda - la elfa podia ver mucho mejor que el o que cualquier otro humano en semejantes condiciones y la distancia que les separaba de aquella hasta entonces "misteriosa" luz ya no dejaba lugar a dudas de que era efectivamente Berth quien se acercaba.

-Gracias a los dioses que habiais bajado hasta aqui: hay tantas estalagmitas en esta cueva que es bastante facil perderse entre ellas. Si no hubiese visto vuestra luz creo que podria haber estado horas dando vueltas intentando encontrar la entrada hasta que se apagase la antorcha.

-Has encontrado algo?- gruño Wulfgar.

-Si: por eso vine a por vosotros, porque creo que nos va a hacer falta que Vaeria le eche un vistazo. Mas alla hay un lago subterraneo y creo que hay una especie de isla o algo por el estilo en el medio, aunque no me he atrevido a entrar en el agua para averiguarlo. Si Vaeria puede ver lo que es desde la orilla es posible que nos ahorremos un baño helado.

-El magister habia dicho algo de un lago?- Vaeria estaba bastante intrigada por el descubrimiento

-No que yo recuerde, aunque tampoco dijo lo contrario. Quien sabe de donde habra sacado su informacion o ese roñoso mapa que nos dio para llegar hasta aqui? Puede que sus fuentes esten equivocadas o sean incompletas, pero eso no impide que hayamos llegado hasta la entrada del tumulo. Si el altar de Bae-shorass esta en un lago o en tierra firme es casi lo de menos.

-Hay bastante diferencia entre que tengamos que caminar o nadar hasta el, canijo. Creo que estaremos de acuerdo en que no estamos precisamente en una pradera llena de flores.

-No me digas que no sabes nadar, Wulfgar - Berth parecia francamente divertido ante la posibilidad de que aquel rudo norteño le tuviese miedo al agua, aunque a juzgar por como olia la mayor parte del tiempo tampoco algo de extrañar.

-Llevame hasta ese charquito que te da tanto miedo y veras como me las arreglo para cruzarlo usandote como lancha.

Vaeria ya veia hacia donde iba a conducir aquella discusion, como todas las que anteriormente habian tenido a lo largo del viaje, asi que cogio la antorcha de manos de Wulfgar y empezo a caminar sola.

-Ya os dije que no pretendo dormir a menos de cinco millas de este lugar, asi que terminemos con esto de una vez y podremos irnos cada uno por nuestro camino.

Berth y Wulfgar se miraron una vez mas fijamente a los ojos.

-Cuando acabe con toda esta locura, canijo, solucionaremos lo nuestro tambien...

-Cuenta con ello...

Vaeria empezaba a alejarse, asi que apretaron el paso y comenzaron a buscar el lago del que hablaba Berth.

No tardaron mucho en llegar a descender a lo largo de la pendiente y ver las aguas que les devolvian los reflejos de las luces de las antorchas. Wulfgar husmeo el aire y gruño algo en su lengua salvaje. Una vez en la orilla, Vaeria escudriño en la distancia y proclamo el veredicto:

-Veo unas escaleras saliendo del agua. Suben por las paredes de la caverna y alli se pierden en la oscuridad. Parece que el lago no estaba aqui cuando construyeron el tumulo, aunque no me extraña: en mil años ha habido tiempo de que se llenase la caverna de agua.

-Y como llegamos hasta las escaleras?- a Berth no le hacia demasiada gracia el meterse en un agua tan fria - No podrias usar uno de tus conjuros o hacer algun truco elfico para poder llegar todos hasta alli?

Vaeria seguia mirando al lago, consciente de que habia algo que se le escapaba: las escaleras venian de algun sitio, no podian salir del fondo sin mas. Y quien iba a usar escaleras para bajar al fondo del lago? Seguramente cuando habian construido el tumulo aquel lago no estaba alli y las filtraciones o un arroyo subterraneo habian inundado aquel nivel. Por desgracia ella no era un ingeniero enano para poder dar una respuesta clara a sus preguntas.

-La cuestion no es solo como llegar, sino si debemos subir o bajar las escaleras.

-Como dices?

-No se si a por lo que hemos venido esta en la parte de abajo o la de arriba de las escaleras. Podriamos subir y no encontrar el altar porque ahora esta sumergido.

Wulfgar resoplo con sorna y dio una patada a una piedra que salio volando y cayo en el lago con un ominoso chapoteo. El ruido hizo eco en las paredes de la caverna. Berth y Vaeria miraron alarmados al barbaro, el cual les ignoro de manera desvergonzada. Entonces sono otro chapoteo mas alla, y despues otro un poco mas alla. Wulfgar fruncio el ceño y se giro para mirar al agua.

-Que demonios...?

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En aquella esquina recondita de su consciencia se veia una llama azulada que servia de sustento a sus impulsos “vivos”, aunque la palabra ya se hubiese desgastado de tanto tiempo de no tener significado de acorde a la intencion con que otros seres la pronunciaban. La llamaba titilaba segun la ocasion, dependiendo de la necesidad y la intencion que demandaba la situacion: podia tornarse anarajanda o incluso roja si la absorbia la furia, o podia en cambio ser azul claro, casi blanca y diminuta si por el contrario no era necesario tomar curso de accion alguno, si se dejaba llevar por un sopor apacible parecido a la paz del descanso.

Pocas o ninguna cosa le habian atraido la atencion en aquellos mil años que habia estado confinado en aquel agujero oscuro: Habia observado con paciencia como la sala que le habian ordenador vigilar se llenaba de agua lentamente y no le habia preocupado lo mas minimo. Habia dado cobijo a colonias enteras de murcielagos y no se habia inmutado en absoluto. Cuando un grupo de humanos armados hasta los dientes habian bajado hasta alli muchos años atras la llama se habia tornado en una feroz hoguera que habia inundado sus sentidos por lo general inertes y le habia impelido a romper aquellas miserables criaturas en pedazos. Uno de entre ellos portaba con el un arma que podia cortar a traves de su dura piel y habia conseguido sajarle uno de sus poderosos brazos y abrirle profundos cortes en el torso. Aun a pesar de no sentir dolor ni temor alguno, era consciente de que aquel guerrero podria haber acabado con el si no hubiese sido rapido en matarle. Su espada reposaba a poca profundidad en el lago junto a los restos machacados de su antiguo dueño. Cuando alguno de los peces ciegos que nadaba en las frias aguas removia el fondo de lodo y la luz brillante de la hoja relucia, la llama de su consciencia volvia a tornarse roja al recordar aquel combate.

Llevaba mucho tiempo en reposo, con una llama como la de una vela, blanca, calma, sosegada: desde su nicho en el techo de la cueva podia estar atento a cualquier intrusion en su territorio, en su zona de vigilancia, pero nadie habia entrado desde entonces y el objeto de su celo reposaba en el fondo del lago, lejos de cualquier peligro. Casi podria decirse que no era necesaria su presencia. Pero entonces algo le llamo la atencion: una luz viniendo de mas alla, entre las columnas naturales de la caverna. Otro intruso? Cuando se acerco mas vio mejor, pero no acertaba a entender que era: se parecia a aquellos humanos que habian entrado mucho tiempo atras, pero a el le faltaba algo: tenia la misma forma, se movia igual, incluso respiraba… pero su llama era diferente de la de un humano. No sabia muy bien como actuar con este nuevo hallazgo: deberia bajar y matarle o deberia esperar un poco mas? Se parecia a una persona, pero no lo era por completo, y sus ordenes eran claras: mata a todas las personas que entren aqui.

En su nervioso deliberar habia hecho caer una piedra desde el techo hasta el lago. El chapoteo consiguiente alerto a la criatura y esta salio asustada del agua. Mientras se retiraba hacia las profundidades de la caverna el centinela la observo. Su llama ahora era amarilla, curiosa, alerta. Podia ver tambien mas alla otra luz acercandose hacia la de este visitante inesperado, con lo que quedaba claro que no estaba solo.

No tardaron mucho en acercarse de nuevo al lago. Eran cuatro seres vivos, tres de ellos con forma claramente humanoide. Los habria clasificado como personas si no fuese por la falta de ese pequeño detalle tan importante que era estrictamente necesario para poder considerarlos asi. Una parte de el queria saltar desde su nicho y machacarles hasta hacer una pulpa sanguinolienta con sus debiles cuerpos, pero otra le advertia que no cumplian el requisito para seguir las ordenes que le habian dado. No obstante, no estaria de mas echarles un vistazo mas de cerca y ahuyentarles si era necesario, asi que comenzo a trepar lentamente por entre las estalactitas con la intencion de cogerles por sorpresa. Su cuerpo era pesado pero estaba hecho para moverse por entre las rocas. No obstante, la falta de su brazo izquierdo se hacia notar y tenia que usar las piernas para poder moverse mejor. Un par de rocas se desprendieron y cayeron al agua. Las criaturas miraron al lago asustadas: era el momento de aparecer o podrian salir huyendo antes de que las viese de cerca y pudiese decidir si eran o no personas. Hinco las largas garras de su brazo “sano” , se dejo girar para quedar en postura erguida y a continuacion se dejo caer hacia el lago.

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Lo primero que le vino a la cabeza a Wulfgar cuando aquella enorme mole se precipito en el agua es que de algun modo se habia declarado un derrumbamiento en la cueva y que los iba a sepultar a los tres alli miles de toneladas de roca. No es que precisamete supiese lo que significaba una tonelada, y mucho menos cuanto eran exactamente miles de toneladas, pero de lo que estaba seguro es que era una cantidad tan enorme que de alli no iba a salir indemne. Aun asi, despues de que cayese aquella gigantesca roca en el agua, nada. Estaba empapado de arriba abajo , su antorcha estaba apagada y se sentia miserable y congelado debido al frio. Tenia la certeza de que el peinado que le marcaba como uno de los infames miembros de los desposeidos Vwerga, los parias de la tundra, se habia reducido a una plasta informe porque sentia como el pelo se le habia pegado a la frente y noto el gusto pastoso de la grasa que usaba para mantenerlo en punta en las comisuras de los labios.

-Por los Siete Infiernos!- blasfemo mientras se reponia del susto. Apenas empezaba a controlar el latir de su corazon cuando vio que algo se movia en las agitadas aguas: algo enorme.

-Wulfgar!- Berth tambien lo habia visto y a juzgar por como danzaba la luz a sus espaldas, su antorcha estaba empezando a girarse para alumbrar la ruta de escape. Quizas era lo mas sensato.

Lentamente, de manera metodica, algo surgio del agua: tenia una forma vagamente humanoide y de su cabeza salian varias protuberancias semejantes a cuernos y pinchos. No tenia una cara, al menos no segun los estandares que Wulgar seguia para definir a algo como rostro, pero en cambio de dos agujeros donde estaria situada la cara salia una extraña luz amarillenta. Wulfgar no tenia que mirar dos veces aquellos ojos para saber que apestaban a hechiceria. Mientras la enorme mole del cuerpo salia poco a poco a la luz desde las turbias aguas, Wulfgar vio que se enfrentaban a un guardian formidable: estaba hecho obviamente de metal, aunque estaba corroido e incluso dañado. Solo tenia un brazo, el otro estaba cortado o arrancado a la altura del codo, pero el enorme puño acababa en unos afilados dedos largos como las piernas del barbaro. El torso era ancho, unos ocho pies entre los hombros, y la cabeza estaba colocada de tal suerte que no sobresalia por encima de estos, dando la impresion de ser tremendamente corpulento y achaparrado al mismo tiempo. Las piernas eran cortas y pesadas, pero se movian con gracia y daban la impresion de ser capaces de proezas de velocidad y agilidad si era necesario. Wulfgar miro a su mellada arma y comenzo a reirse a carcajadas. Tuvo que hacer un esfuerzo consciente por no relajar la vejiga en ese instante y supo que si a el le costaba tanto el no dar la vuelta y echar a correr, no podria decirse lo mismo de sus compañeros... aunque la luz de la antorcha seguia alli.

-No podemos hacer nada contra este enemigo!- era la voz de la elfa, llena de desesperacion, pero tan lejana de las sensaciones humanas como la de cualquier otro elfo. Parecia casi resignacion ante un problema inevitable, como si no fuese con ellos ninguna de las miserias del mundo. La ira regreso a la mente del barbaro y sujeto con mas fuerza la espada: no habia otro remedio! Estaba en juego mucho mas de lo que podia soportar. Parecia que ellos no querian o no podian darse cuenta de ello, ese ratero cobarde de Berth y esa elfa pomposa y confusa, pero el sabia exactamente lo que tenia que hacer. La situacion era tan ridicula y tan irreal, pero a la vez tan palpable y tangible que su exhasperacion crecia hasta limites insospechados. Estaba furioso con todo: con aquella maldita cueva, con aquel idiota que sujetaba la antorcha, con aquella orejas-picudas en la que no podia saber que estaba pensando realmente, con aquel mastodonte de acero oxidado, con el mil veces maldito magister y sus soluciones para sus problemas! Con todo!!

El guardian parecia mirarle con cierta curiosidad. No hacia nada ahora: tan solo miraba, girando la cabeza como un perro que no entendia exactamente las ordenes de su amo. Los ojos amarillos se posaban en el, despues en Berth y despues en Vaeria, pero no hacia nada. Wulfgar bufo de rabia y miedo. Sujeto su arma con las dos manos y se coloco en postura de combate.

-Vamos, maldita bestia! Veamos si tienes el pellejo tan duro como lo aparentas!!

-Wulfgar, no!!

Wulfgar apreto los dientes y salto con el arma sobre su cabeza. El impacto hizo que saltasen chispas y sintio como las muñecas se resentian dolorosamente al golpear aquella dura superficie. El sonido del metal contra metal resono por toda la caverna y ensordecio al barbaro durante un instante, pero hizo caso omiso de el. Continuo golpeando con la espada como un poseso. Los ojos de la criatura se posaron sobre el, esta vez anaranjados, y un ademan del enorme brazo le envio volando cuatro metros mas alla. El gelido agua amortiguo la caida, pero le faltaba aliento y pudo sentir claramente que tenia unas cuantas costillas rotas. Su brazo izquierdo estaba entumecido y la espada se le habia escapado tras la caida. Esperaba tener tiempo de encontrarla y poder sujetarla antes de que le diesen el golpe de gracia: un desposeido Vwerga no podia entrar en el Valhalla si no moria con un arma en sus manos. Entonces se acordo de porque estaba alli y entendio que poco importaba si tenia espada o no entre sus dedos al morir: jamas llegaria al Valhalla.

Vaeria estaba ahora lanzando uno de sus coloristas conjuros sobre el guardian justo cuando este habia tomado la decision de ir a acabar el trabajo. El impacto del proyectil le distrajo lo suficiente para que Wulfgar pudiese encontrar el arma, asi que la aferro con fuerza y se levanto a duras penas: aun quedaba algo en el del orgullo de los barbaros de la tundra Kimeriana. Podria morir como uno de los heroes de las sagas, Valhalla o no. Con su unico brazo sano levanto la espada y volvio a la carga. Se sentia fuerte y poderoso, porque el arma era liviana y no le costo trabajo blandirla. Cuando golpeo la espalda de la bestia, un profundo surco se abrio en el metal y pudo (creyo) oir un chirrido parecido a un grito de dolor. Sorprendido pero esperanzado, volvio a acometer y otro surco profundo como un fiordo se abrio en la dura coraza del guardian. Cuando se giro para enfrentarle, pudo ver en los ojos un rojo intenso, como lava en un volcan, tan caliente que casi quemaba mirarlo. Wulfgar no espero que le golpease de nuevo y lanzo un tajo salvaje hacia la ornamentada cabeza. Pudo sentir como el filo del arma se abria paso y se llevaba por delante cabeza y hombro derecho. El enorme brazo que venia hacia el cayo pesado e inerte al agua y el guardian se tambaleo hacia un lado y hacia otro. Wulfgar arremetio y corto una pierna tras otra, alejandose mientras el enorme cuerpo metalico se desplomaba en el lago, rodaba y se hundia mas alla.

Berth y Vaeria se habian acercado en mientras, cautelosos y reticentes. Wulfgar estaba arrodillado y se sujetaba en el pomo de la espada mientras intentaba recuperar el aliento.

-De donde has sacado esa espada? -Wulfgar miro a Berth y despues al arma en la que estaba apoyado. Esa, desde luego, no era su espada: la hoja brillaba y estaba perfectamente afilada. Tenia varias runas escritas a lo largo de esta, el gavilan estaba tremendamente trabajado y el pomo era una enorme joya en cuyo interior danzaban neblinas y luces extrañas. El barbaro estaba confuso.

-No importa. Hagamos lo que vinimos a hacer y salgamos de aqui de una maldita vez.

Vaeria y Berth asintieron: era una de las pocas veces en las que se ponian todos de acuerdo al mismo tiempo.

sábado, 17 de mayo de 2008

Engranajes y microchips

Estaba hoy, mañana del sabado, despachando mi desayuno macrobiotico de pan tostado con aceite de oliva, cuando repare que encima de la mesa de la cocina estaba la vieja maquina de coser.

Sera porque mi abuelo era sastre y algo se hereda de estos tejemanejes, pero reconoci las suaves formas de la manivela y la rueda y no pude reprimir el impulso de darle un poco de vida a sus tentadoras curvas metalicas. La maquina murmuro de gusto, como un gato ronroneando, y todo el mecanismo comenzo a moverse milimetricamente, impulsado por mi voluntad y por un diseño cariñosa y perfectamente estudiado.

Esta maquina tiene mas de 40 o 50 años. Puede incluso que muchos mas. Es una Singer de las de toda la vida, como aquella que herede de mi abuelo, o aquella otra que tiene mi madre en casa y usa aun a dia de hoy para arreglar pantalones demasiado largos o mangas demasiado cortas. Funciona como el primer dia, a pesar de que los dorados de su lomo y el lustre de sus antaño plateadas piezas a dia de hoy este aviruelado por el oxido. Funciona con una exactitud matematica, perfecta. Cuantos metros de tela habra visto pasar por entre sus agudos dientes, eso lo desconozco, pero lo que si puedo asegurar es que salvo catastrofe, vera dos veces mas esa misma distancia si se la mima con un poco de aceite y nada mas.

El otro dia mi editor, el de mi revista, decidio cambiar de movil. Porque? Es algo que se me sigue escapando a la imaginacion. Desde que empece a tener movil yo lo he cambiado cuatro veces, y la verdad que no es algo de lo que sentirse orgulloso, pero tampoco avergonzado. Digamos que me considero en la media nacional, que no mundial, porque si eres japones creo que lo cambias mas a menudo que las veces que te cortas las uñas. Y hablo de las de las manos, que hay otros que las de los pies ni se las miran.

Mi editor cambio de telefono. Tenia uno en perfecto estado, con todas las picheces que se podriand desear en un telefono a dia de hoy: camara de dos megapixeles, tarjeta de memoria, MP3, 3G, patatin, patatan... le miraba al mio y le escupia, y eso que yo con el mio estoy supercontento... pero el editor decidio que iba siendo hora de jubilar su telefono y comprarse algo mas nuevo y mejor.

Obviamente los lectores avezados saben por donde van los tiros: esta humilde maquina de coser, prestigiosa marca, que ha demostrado dia a dia ser fiable y de confianza sigue y seguira teniendo un lugar en mi casa mientras yo tenga uso de razon. Aquel telefono movil ya esta en manos de otra persona, que es un caso afortunado, pero son las mas veces las que los telefonos quedan relegados a una esquina de un oscuro cajon de mesita de noche o, peor aun, se tira o se le da a los niños para que jueguen con el.

La tecnologia avanza a pasos agigantados: cada dia se hacen las cosas mejor y mas facil, de manera mas eficiente y economica. Pero que el creador nos libre de que se desate la hecatombe y como consecuencia no tengamos mas energia electrica o gasolina, porque me se mas de uno que vera en que efimero objeto ha depositado su esperanza de sobrevivir y yo en mientras seguire cosiendome comodamente los pantalones en casa, con corriente o sin corriente.

A que esto no lo sabe hacer vuestro telefono?

viernes, 16 de mayo de 2008

Otra vez en la brecha

Buenos dias/tardes/noches a tod@s, queridos blogadict@s:

Ya van tres con este: mi tercer blog, huele a raro porque no es un msn space (que posiblemente no sea un blog para los puristas) y porque aun tengo que acostumbrarme a todas las cosillas raras que andan por aqui. Vete a saber si no acabo mandandolo a tomar por el orto despues de un tiempo prudencial de aclimatacion y cabreo consiguiente.

Los de MSN spaces me borraron mi queridisimo As vrea sa fii, Español en Rumania, en donde mis inocuas entradas debieron de molestarle a alguien (posiblemente un buscador de porno que se topo con mi satirica entrada sobre la gente que visitaba mi space) y decidieron darle punto y final sin decirme nada de nada. Viva la libertad de expresion en internet. Me cago en vuestros muertos, que lo sepais.

Cuanto trabajo perdido... cuantas entradas que echare de menos y acabare olvidando, que es lo que mas me jode, porque alli habia puesto ideas que me llevaban rondando en la mente desde hacia mucho tiempo y habia empezado un relato que a algunos parecia gustarles. Muchas gracias por nada, Sr. Gates.

Ahora explico el titulo del blog, no me seais impacientes: estaba a caballo entre poner alguna cosa seria o la mayor gilipollez jamas mentada. Iba tambien a escribir una cosa que definiese mi situacion - como aquel proverbial Español en Rumania - pero decidi decantarme por una tonteria cualquiera. El Dr. Malignus no es sino un personaje que salio un dia de risa con Cristofer, aunque de aquella vez le habiamos apodado Dr. Demonius. Risas faciles como las que tenia por aquel entonces, mas despreocupado de la vida. Digamos que es un alter ego bastante acido, resabiado y con un doctorado en vida sencilla y malas maneras que le hacen acabar siendo "Malignus". Un "rip-off" de Austin Powers, por supuesto, pero hecho propio, que narices!

Angustias mias, de cada dia, de cada semana... las de toda la vida: un trabajo que solicita bastante a nivel emocional, una vida alejada de la familia y los seres queridos y el estar metido en un pais que no se si odiarlo o mirarlo con cierto cariño empalagoso. Mis angustias.

Asi que bienvenidos, haceos como que estais en vuestra casa, leed revistas mientras preparo un piscolabis y preparaos para oir las mas variadas y absurdas canciones que puedo componer sobre los diversos temas que llenan mis horas: los problemas sociales, las artes marciales, los viajes de negocios, el warhammer y los compañeros de trabajo gilipollas.

El Dr. Malignus os recibe con los brazos abiertos!!