miércoles, 17 de septiembre de 2008

Como crecer matando vampiros: Castlevania



Siempre me ha fascinado esta saga de juegos. Cuando tenia 12 años mis padres accedieron a comprarme la dichosa NES porque habia sacado unas notas mas o menos mediocres en el cole y eso para mi era un logro, siendo lo perro que siempre fui para los estudios hasta ultima hora en donde me puse a estudiar como dios manda. El caso es que todos mis amigos ya tenian la consola de moda del momento y yo era el unico julai que no disfrutaba de sus mandos cuadrados y los graficos de 8 bits pululando por la pantalla de la tele, una de esas teles grandes, con carcasa imitacion de madera que tan populares habian sido durante los 80. Era el 92 y el aparato ya empezaba a acusar algo de vetustez.

Pos lo dicho: mis padres me llevaron al ToysRus y alli pude hacerme con mi Nintendo 8 bits. Quince mil pelas de las de antes, unos cien euros de los de ahora. Por aquel entonces era un pastizal para una familia de clase media, y ademas hacia falta meterle algun jueguecillo a la criatura, porque por aquel entonces, cuando la NES estaba en pleno apogeo y aun no habia sido ensombrecida por las primas mayores de 16 bits (acababa de aparecer la Super Nintendo y Sega nunca fue tan popular por mi zona como para asustar con la Mega Drive), el pack incluia los mandos, los cables y la consola y ya. Mas tarde harian algo de marketing inteligente incluyendo en el pack un cartucho con el Tetris, el Super Mario y World Cup, pero de momento nanai. Miguel tendria que escoger un juego.

Obviamente escoger tu primer juego no es moco de pavo: vas a estar semanas machacando los mandos para sacarle todo el jugo al cartucho, porque eso de gastarse pasta todos los meses para ampliar el repertorio de titulos no le cabia en la cabeza a mis padres ni de puta broma. En nuestra casa los gastos eran administrados por mi madre, que de videojuegos sabia tanto como sabe ahora: nada. Y a mi padre le gustaba el futbol. Punto.

Mirando los titulos que por alli andaban no tenia ni idea de que coger. Iba a ser un fontanero italiano que salvase a una princesa en apuros? Ni de coña. Pilotaria acaso un caza y derribaria aviones enemigos? Suena tentador. Seria un tio con armadura intrincada enarbolando un latigo? Oh... que es esto?

No hacia mucho habia ido con mi amigo de la infancia, Alejandro Sela, a un salon de recreativas. Era un salon de recreativas diferente: basicamente pagabas algo de dinero, elegias un juego de la coleccion de Nintendo que habia disponible y te dejaban jugar un determinado tiempo a dicho juego. Yo habia elegido Castlevania. Andar saltando y matando zombis y esqueletos habia sido una experiencia interesante. Si Castlevania habia sido bueno, como podria ser Castlevania II entonces??

Asi nacio la historia de amor de un pequeño infante con una de las sagas mas exitosas de las franquicias de los videojuegos. Inocentemente me deje seducir por la musica, la historia y el ambiente del juego, enfrentandome a una aventura que superaba con creces mis capacidades de por aquel entonces. Para empezar el juego no era lineal, sino de exploracion, y yo estaba acostumbrado a los juegos de recreativa de toda la vida: sigue hacia la derecha, mata, coge dinero/comida/lo que sea, pasa de pantalla. Aqui no: aqui tenia que pasearme por un enorme mapeado, comprar diversos objetos y buscar otros para poder abrir nuevas fases y poder llegar a combatir contra Dracula. En el manual de instrucciones lo ponian todo muy chulo, pero el juego era complicado de narices porque no tenias ni puta idea de lo que estabas haciendo.

Aun asi, poco a poco y con algunas llamadas a Spaco (la distribuidora de Nintendo en España por aquel entonces) pude ir avanzando en el videojuego. Habia cosas bastante frustrantes: como demonios podia saber yo que tenia que agacharme con el cristal rojo seleccionado delante del despeñadero de Deborah? Quizas era mi escasa comprension del ingles de por aquel entonces? Un fulano te dice "Hit Deborah cliff with your head to make a hole" y tu directamente debes entender que debes agacharte con el cristal de marras y esperar diez segundos hasta que viene un tornado (!!??) y te lleva al otro lado? Pues... va a ser que no.

Es decir: sin Spaco y sin su amable chaval friki experto en todos los juegos (me ayudo con Wrath of the Black Manta tambien) que contestaba pacientemente a mis preguntas por telefono yo no habria acabado Simon's Quest ni de broma. Haceos cargo de que por aquel entonces no existia Internet y que las guias de videojuegos de la Hobby Consolas no contemplaban ni de lejos Castlevania II. Si hubiese sido un fontanero italiano con traje de mapache, ah, ahi si! Pero cazavampiros en Transilvania? Nanai muchacho.

Otra cosa que me sacaba de quicio era el tema de las tiendas y el agua bendita. Si habia un objeto util en el juego, ese era el agua bendita. Se consideraba arma arrojadiza, pero hacia tanto daño como el latigo basico de Simon, que por cierto era una MIERDA. Ahora bien, su funcion principal era (agarraos) el de deshacer bloques de piedra para poder pasar a traves de ellos. A ver, os lo explico: en algunas zonas los bloques de piedra que formaban el suelo y paredes se podian deshacer con el agua bendita. Muchas veces entrabas en casas en las ciudades y te encontrabas que alli no habia nadie. Al principio te mosqueaba bastante, porque andabas casi en bragas con el latigo basico y la botella de agua bendita. Hasta que un dia te da por tirar las botellas del susodicho liquido en el suelo de las casas. Un FX cutre, un momento de breve expectacion y tienes un agujero en el suelo por donde puedes bajar. JODER!! Y a partir de ahi empezabas a descubrir MUCHAS tiendas y MUCHOS sitios secretos. Pura suerte...

A dia de hoy aun no se exactamente que hacia cada objeto. Se que los cristales, ademas de abrir las aguas, dejarte ver objetos invisibles (plataformas donde tenias que saltar, como la de la mansion Rover) y atraer tornados para pasar al otro lado de los despeñaderos tenian una peculiaridad bastante buena: tocarte los cojones. El blanco se compraba en la ciudad donde empezabas el juego, el azul lo cambiabas a un tio en otra ciudad y el rojo lo conseguias de la misma manera, cambiando el azul por este a otro tio en otra ciudad. Lo jodido es que si hablabas de nuevo con el tio al que le habias hecho el trueque (algo bastante facil, ya que el boton B servia tanto para atacar como para hablar) este te lo descambiaba y se acabo: a tomar por culo muchacho! Ya no quiero tu cristal de mierda. Devuelveme el mio.

PUES GENIAL!!

Lo unico que te quedaba hacer era morir, empezar la partida cargando el ultimo password que tuvieses (si habias sido listo y tenias uno) y hacer el trueque de nuevo. MUCHAS GRACIAS, KONAMI!!

Mencion especial para los monstruos finales, que mas que finales eran de risa: La Muerte, La Vampiresa y Dracula.

Los dos primeros en Castlevania te daban para el pelo. La Vampiresa hizo debut aqui. y para los que os esteis esperando una tiorra buena con ganas de chupar... err ... sangre... deciros que nanai: La Vampiresa era una mascara voladora que lloraba lagrimas de fuego. Tremendamente facil de matar (aunque aburrido) o de evitar si querias pasar de conseguir el objeto que daba al morir y te ibas directamente al grano. La muerte era mas de lo mismo, aunque algo mas complicada de matar.

A Dracula tenias que matarle si o si: era el monstruo final y si querias ver porque habias estado jugando durante meses, tirandote de los pelos, buscando soluciones a puzzles que ni siquiera sabias que existian o haciendo agujeros para encontrar a los vendedores mas escurridizos del mundo de los videojuegos, entonces tenias que darle caña al dentudo de las narices. Y era pasmosamente facil de matar: mientras se recomponia para empezar a pelear podrias darle de hostias de lo lindo. Era tan facil que daban ganas de llorar por haberlo matado.

En fin, pasabas a ver uno de los tres finales del juego, te dabas por contento y a otra cosa.

Aun a pesar de todo lo que despotrico por aqui puedo decir con la mano en el corazon que Castlevania II es uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos: me llevo mucho esfuerzo terminarlo, y cada vez que resolvia un puzzle para encontrar un objeto nuevo, cada vez que encontraba la forma de avanzar un poco mas en el juego o que aprendia algo mas y podia llegar a zonas secretas, entonces me sentia tremendamente recopensado y todas las horas pegado delante de la tele dandole a los botones compensaban con creces.
Quien hubiera tenido este mapa por aquel entonces...

Castlevania ha significado mucho para mi en mi vida friki: el primer ejercito de Warhammer que coleccione esta profundamente inspirado en el terror gotico, con montones de esqueletos y zombis entre sus filas. Muchas de las aventuras de D&D que cree a lo largo de mis años como jugador se han basado en la tematica de Castlevania, con monstruos sobrenaturales en castillos abandonados. No soy un fan en plan goticon del mundo de los vampiros, pero disfruto enormemente de las historias de chupasangres bien planteadas y con un fondo gotico, nada de vampis con pistolas ni de Blade ni chorradas similares. Vivo en Rumania y visitar el castillo Bran ha sido una de las experiencias mas satisfactorias que he tenido en este pais.

Todo esto sin mencionar que ahora mismo estoy dandole al Castlevania: Lament of Innocence en mi Playstation 2 y me han venido a la mente todos aquellos recuerdos de la infancia: los puzzles, los objetos que no sabes exactamente como utilizar, la musica (Michiro Yamane, la compositora de esta, lo ha bordado) y los escenarios que son simplemente preciosos.

Si aun no habeis tenido la ocasion de jugar a algun Castlevania y no teneis demasiadas ganas de compraros una consola (si no la teneis ya) para hacerlo, aqui os dejo la solucion a vuestros problemas: un emulador de NES y los juegos Castlevania, Castlevania II: Simon's Quest y Castlevania III.

Que disfruteis tanto como yo!!


1 comentario:

OlayaFL dijo...

Hola migue!!!

veo que también tienes un blog, así que te dejo mis saludos y te hago un enlace desde el mío.

Besotes.