lunes, 29 de septiembre de 2008

Paso de ti (pero sonrio)

Acabo de llegar al curro, y por si no fuera suficiente que es lunes por la mañana y tengo que estar pringando en la silla de la oficina haciendo como que trabajo, he sido asaltado verbalmente en el metro!

Antes de que os conjureis muchas y muy variadas situaciones de asalto verbal, deciros que nadie me insulto, nadie se mento a mis familiares ni nada similar: simplemente ha sido una violacion de mi espacio intimo, mi momentito de tranquilidad asobinada del que disfruto cada mañana antes de llegar a la insulsa y gris vida de la oficina. He aqui los hechos y juzguen ustedes mismos:

Nueve menos cinco. Estacion Eroilor. Miguel se descarga junto con el resto del ganado mañanil del metro que viene de Dristor-Unirii. Mucha gente con cara de no tener cara, ojos legañosos y nada que decir. Vamos: que esta todo el mundo disfrutando de esos minutos de dormir sin cerrar los ojos, buscando excusas por llegar tarde al curro, por no haber presentado no se que informe, por no haber enlucido la esquina del techo que dejaste a medias el viernes... disfrutando esos ultimos momentos de fin de semanas que tardara otros cinco malditos dias en llegar.

Miguel avanza desde su posicion de apeo correspondiente hasta otra mas ventajosa teniendo en cuenta que cuando llegue el metro siguiente (direccion Militari) en el que tiene que subir, conseguira un puesto bueno para poder bajarse en su estacion mas cerca de las escaleras y no tener que atropellarse con toda la gente que sale del puto tren. Miguel no es tonto!

Miguel se situa en su posicion de entrada nueva, mira el reloj... dos veces... mira por donde deberia venir el metro y se cruza de brazos. Alguien le toca. Se gira. Es una compañera de trabajo. Horreur!

Hay una cosa que me jode bastante cuando estoy ensimismado en mis pensamientos y es encontrarme con un conocido. Ojo! No con un amigo, que a esos los abrazo, les convenzo que tenemos que ir a tomar algo y les robo un pitillo mientras invito yo a las cervezas. Los amigos siempre tienen algo que contar que me interese, tanto si es bueno como malo. Los amigos quieren hablar y que les hablen, escuchar lo que dices y darte su opinion. Lo que coloquialmente conocemos como "conversar". Esa es la idea.

Ahora bien, los conocidos tienen dos modalidades dependiendo de sus circunstancias y la vida en general: modalidad "paso de ti" y modalidad "palique". Hay conocidos que empiezan dandote un palique interesante y acabas haciendo migas y teniendo nuevos amigos. Otros solo dan la plasta y tu tienes que ponerte en la modalidad "paso de ti" porque si no te amargan.

La señorita a la que nos referimos, Rodica, ha preferido que por razones obvias mantengamos su nombre en el anonimato, asi que asi lo haremos para salvaguardar su imagen. Prosigamos:

La srta. X se ha casado hace poco y ha estado de viaje de novios por Italia. Hoy es su primer dia de trabajo despues del viaje y, gilipollas de mi, yo soy el primer incauto al que le coge por banda para contarle su puta vida. Vida que a mi me importa un cojon de pato. Me explico, no?

Aun a pesar de mi total indiferencia acerca de su estancia en Italia, lo mal que lo paso la pobre porque, oighs, claro, que tanto turista, tanto bombo para la bota de Berlusconi y demas... y al final no le gusto... pero si le gusto. No le gusto porque bla bla bla y si le gusto porque tiene que gustarte Italia por cojones cuando la visitas o si no eres un paleto porque no has entendido el pais, su arte y su cultura. Srta. X no quiere que pensemos que es un paleto y por eso le ha gustado Italia.

Me estoy ensañando con la chiquilla...

Lo cierto es que NO PODIA IMPORTARME MENOS. Asi: en mayusculas. Cualquier persona con dos dedos de frente se daria cuenta que con el ruido de la cafetera que teniamos por metro no podia oir ni la mitad de lo que me contaba. Yo asentia, sonreia, hacia alguna referencia a las ultimas cinco palabras a las que habia prestado atencion y la dejaba hacer. Pero no me importaba una puta mierda lo que me estaba contando. Es mas: me ha dado la mañanita.

Asi que, al resto, quedais advertidos: si veis que no conoceis lo suficiente a alguien como para querer molestarle con vuestras insulsas vidas, cerrad la puta boca, camuflaos entre la gris marabunta de currantes que se despiertan temprano y chiton. Para saber de vidas ajenas ya tenemos a Gran Hermano.